En un mundo cada vez más digital, las empresas han tenido que aprender a reinventarse para adaptarse a los continuos cambios de la demanda, mientras que los clientes presionan cada vez más exigiendo mejores tiempos de entrega y más calidad de servicio. Ante esta realidad resulta increíble encontrar organizaciones que aún se aferran al pasado, a procesos logísticos que alguna vez fueron eficientes y efectivos, pero que hoy representan una gran camisa de fuerza que impide aprovechar las oportunidades del mercado e imposibilita el crecimiento de la empresa.
A pesar de las excelentes estadísticas de crecimiento del e-commerce en México (Ver Estudio AMPCI E-Commerce México 2015), la percepción de muchos especialistas es que la industria en su conjunto está aprendiendo muy lentamente lo que los clientes están demandando y ello puede significar un gran riesgo incluso para la economía del país.
Los flujos de información a través del Internet exigen una rápida transformación de la cadena de suministro. No basta sólo con hacer las cosas bien; es necesario innovar para ser líderes y punta de lanza en el mercado. La creciente competitividad y los drásticos cambios que estamos viviendo en el mercado internacional, exigen respuestas cada vez más eficientes, procesos y estrategias logísticas que aseguren la supervivencia y el crecimiento en medio de un mundo en el que el cliente es quien está asumiendo cada día más el poder de la negociación y quien, al final, define el éxito o fracaso de todo el engranaje empresarial que se encuentra tras la fabricación y distribución de un producto.
La gestión de la cadena de suministros surge hoy como una perfecta combinación de estrategias, procesos, sistemas y sobre todo tecnología de avanzada para alcanzar excelentes resultados, con foco en las mejores prácticas de negocios del mundo. Las compañías que han emprendido el camino hacia la optimización de sus operaciones internas, ya están logrando importantes ahorros y beneficios al mejorar sus procesos y los intercambios de información que ocurren entre los asociados de negocios a través de sofisticados sistemas de información.
Recientemente tuve la oportunidad de conocer a un grupo de jóvenes emprendedores de Colombia, quienes a finales de 2009 decidieron constituir Datatraffic, una empresa dinámica e innovadora, cuyo objetivo es apoyar a las organizaciones con operación en campo para que aumenten su eficiencia en términos de costos y tiempos, mejorando la toma de decisiones en tiempo real, a través de productos innovadores soportados en mapas digitales y el análisis de la información que estos generan.
La propuesta de Datatraffic es quizás hoy día uno de los elementos clave para las empresas que tienen una intensa actividad logística en México y que han decidido cambiar para adaptarse al mercado. A través de herramientas incorporadas correctamente a los sistemas, hoy sí es posible optimizar un proceso tan complejo y riesgoso como el del transporte de carga en el país, facilitando determinadas tareas de seguimiento y toma de decisiones en tiempo real, mejorando así tiempos, costos y operaciones en general. En Colombia, por ejemplo, ya se han puesto en práctica este tipo de soluciones tecnológicas para el Instituto de Desarrollo Urbano, la Secretaría de Movilidad y el Número de Emergencias de la ciudad de Bogotá, así como también se han implementado desarrollos para empresas privadas, con excelentes resultados.
Aquellas empresas que aún siguen diseñando sus rutas de manera artesanal sin utilizar las avanzadas herramientas de apoyo para potenciar sus capacidades o, lo que es peor, aquellas que muchas veces dejan la decisión del ruteo en manos del operador que —se supone— conoce mejor las rutas, serán las que en definitiva terminarán cesando sus actividades en el corto o mediano plazo.
En una próxima entrega de “Café con Logística”, conoceremos algunas experiencias de empresas que tratan de controlar las expectativas y “ansiedad” de sus clientes, compartiendo proactivamente el estatus de sus pedidos de manera novedosa, haciendo uso de nuevas tecnologías como la desarrollada por Datatraffic. Por ejemplo, ¿cómo el cliente final se podría comunicar con el conductor de la camioneta para solicitar desviarse a otro sitio, en vez del destino final que originalmente se tenía programado para la entrega? Eso es innovar y evolucionar para estar a la vanguardia, superando las expectativas de nuestros clientes.
Como dijimos al inicio de nuestro artículo, debemos aprender a reinventarnos si queremos sobrevivir a los continuos cambios de la demanda y a las exigencias de los usuarios finales. Hacer uso de los avances tecnológicos que nos pone a la disposición el mercado es la única estrategia válida en este mundo cada vez más digital.
“Innovar es encontrar nuevos o mejorados usos a los recursos de los que ya disponemos.”
Peter Drucker