México viene experimentando una transformación profunda en cuanto a los hábitos de consumo de su población. Cada año, la Asociación Mexicana de Internet (AMIPCI) y la Asociación Mexicana de Ventas Online (AMVO), realizan importantes investigaciones de mercado, las cuales coinciden en su mayoría en destacar el crecimiento acelerado del número de consumidores que están adquiriendo sus bienes y servicios a través de los diferentes canales en internet. Este hallazgo representa un reto para las empresas que operan el mercado mexicano, ya que se ven en la necesidad de implementar en el corto plazo nuevos métodos y aplicaciones que optimicen su Cadena de Suministro y en general sus sistemas logísticos, para asegurar que sus clientes adquieran los productos haciendo uso de sofisticadas e intuitivas herramientas, que permitan tener una experiencia de compra segura, a tiempo y conforme a sus expectativas.
Cada vez son menos las personas que acuden a comprar a una tienda física o un centro comercial porque prefieren recibir los productos adquiridos en la comodidad de sus hogares, a pesar de los gastos de envío adicionales que supone este tipo de transacciones comerciales. De hecho para el consumidor de hoy la rapidez y la amplitud de la oferta en internet de alguna manera compensan cargos adicionales y, si algo caracteriza a los clientes cibernautas hoy día es su falta de paciencia… y de lealtad.
El e-commerce tal y como ha sido moldeado por la demanda, pone a prueba a la Cadena de Suministro en todo lo referente a su eficiencia, flexibilidad y capacidad de adaptación. Esto se nota, por ejemplo, en los cambios evidentes que se están experimentando en los flujos de trabajo. Los consumidores ahora acceden a la oferta de productos desde sus dispositivos móviles inteligentes o computadores personales (Laptop o PC), en el momento que se les plazca, cualquier día de la semana, mes o año, lo cual cambia drásticamente la manera como estaba concebido el suministro y transporte de bienes al mercado.
Otro de los cambios que introduce el e-commerce en los sistemas logísticos de las empresas es el nuevo enfoque del picking. En vez de grandes pedidos, ahora el picking se ha vuelto en un proceso mucho más personalizado, que se mueve por pequeñas órdenes. El envío directo a los consumidores ha aumentado y la efectividad debe demostrarse en la capacidad de la organización para movilizar eficientemente pedidos de reducidas dimensiones, normalmente uno o dos artículos, en los tiempos y condiciones acordadas con el cliente final.
Lo anterior ejerce también una presión importante sobre los procesos de transporte y distribución en el modelo de Cadena de Suministro. Algunas compañías al tener que cumplir con órdenes de picking de dimensiones muy inferiores, en vez de contratar transportistas especializados en el traslado de carga, se dan a la tarea de recurrir a los servicios postales e incluso a la contratación de vehículos de transporte de mercancías no tradicionales, simplemente por ofrecer tarifas más competitivas y económicas que las empresas de paquetería de siempre. Esto puede afectar seriamente la relación con el cliente final ya que los pedidos procedentes del e-commerce se suceden rápidamente, pudiendo agotar un proceso ineficiente.
Es importante que las empresas entiendan que el e-commerce es una oportunidad para crecer en términos de cuota mercado pero al mismo tiempo puede representar un gran riesgo para el negocio si la organización insiste en mantener anclados sus procesos logísticos en el modelo del pasado. Hay que luchar contra la rigidez y fortalecer aquellos puntos fuertes, diferenciadores de la excelencia en la Cadena de Suministro. De otra forma los consumidores no tendrán reparos en recurrir a la competencia.